Miguel Caballero

Miguel Caballero, 89, born on September 28, 1933, in Santa Ana, El Salvador. He was the youngest of 13 siblings. He met his wife Dora in 1959. Miguel was a trailblazer. Fueled by a desire and hope to give his family a better life, he immigrated to the United States in 1963, and began the painstaking process of laying the foundations necessary, to bring his wife, children, and family to America.

His smile & zest for life was infectious to all those around him. He couldn't help but to give of himself and of his possessions, to anyone who crossed his path. He enjoyed music & hosting weekend gatherings during his earlier years.

His love for animals, is unparalleled, as he owned countless dogs, cats, chickens, ducks, rabbits, geese, birds, even fish over the years. Some would say that he introduced his neighbors to the sound of an early morning rooster crow in the early 60's in a largely Caucasian neighborhood.  

Miguel loved soccer y “La Playa vos!” El Salvador remained not only his birthplace, but his favorite place to rest and recharge. 

Miguel worked at Maclin company for approximately 35 years. This was not only the place in which he worked, but a place at which he built a community, that included other immigrants, who like himself, were in the process of making a new country home. He was known for taking whole watermelons or carne de buche to work to share during lunch.

But above all those things, he loved his family most. Despite his health challenges, he continued to live life to the fullest. Miguel finished his race, March 9, 2023. 

He is survived by his bride of 61 years, Dora, his 2 sons, Victor & Mario, his 2 daughters, Emma & Josefina, his grandchildren, and great grandchildren.

Miguel leaves behind a legacy of courage, passion, hard work, faith & love. Not only as a model, but throughout the lives of those who were privileged to cross his path. 

We love you like you loved us:  forever & always. 

Miguel Caballero, 89 años, nacido el 28 de septiembre de 1933 en Santa Ana, El Salvador. Era el menor de 13 hermanos. Conoció a su esposa Dora en 1959. Miguel fue un pionero. Impulsado por el deseo y la esperanza de darle a su familia una vida mejor, emigró a los Estados Unidos en 1963 y comenzó el arduo proceso de sentar las bases necesarias para traer a su esposa, hijos y familia a los Estados Unidos.

Su sonrisa y entusiasmo por la vida eran contagiosos para todos los que lo rodeaban. No podía evitar dar de sí mismo y de sus posesiones a cualquiera que se cruzara en su camino. Disfrutaba de la música, organizar reuniones de fin de semana era la norma durante sus primeros años.

Su amor por los animales no tiene paralelo, ya que tuvo innumerables perros, gatos, gallinas, patos, conejos, gansos, pájaros e incluso peces a lo largo de los años. Algunos dirían que introdujo a sus vecinos al canto del gallo temprano en la mañana a principios de los años 60 en un vecindario mayoritariamente caucásico.

A Miguel le encantaba el fútbol y “La Playa vos!” El Salvador siguió siendo no solo su lugar de nacimiento, sino su lugar favorito para descansar y recargar energías.

MIguel trabajó en la compania Maclin durante aproximadamente 35 años. Este no es solo el lugar en el que trabajó, sino un lugar donde construyó una comunidad con otros inmigrantes que, como él, estaban en proceso de hacer un nuevo pais su hogar.  Era conocido por llevar sandías enteras o "buche" al trabajo para compartir durante el almuerzo.

Pero mas que todas esas cosas, amaba más a su familia. A pesar de sus problemas de salud, continuó viviendo la vida al máximo. Miguel terminó su carrera, el 9 de marzo de 2023.

Le sobreviven su esposa de 61 años, Dora, sus 2 hijos, Víctor y Mario, sus 2 hijas, Emma y Josefina, sus nietos y bisnietos.

Miguel deja un legado de valentia, pasión, trabajo duro, fe y amor. No solo como modelo, sino a lo largo de la vida de aquellos que tuvieron el privilegio de cruzarse en su camino.

Te amamos como nos amaste: por siempre y para siempre.